Langosta Centroamericana
A través del tiempo, el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA) ha desarrollado una amplia labor para la prevención de la langosta centroamericana (Schistocerca piceifrons piceifrons). Una plaga que históricamente en la región, ha sido el acrídido que mayores daños ha registrado, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y nutricional de una población de por si vulnerable.
La langosta es una plaga cíclica que aparece, sobre todo en años de intensa sequía. Su aparición, en ocasiones, es sorpresiva, ocasionando un despliegue táctico inmediato de parte de las autoridades de Sanidad Vegetal para su contención. Una labor técnica para proteger los cultivos de granos básicos, caña de azúcar, frutales, entre otros. En Centroamérica, en años recientes, se han atendido brotes en la península de Yucatán, México (2014), El Salvador (2016 y 2018), y en 2020 –después de mucho tiempo sin reportes– se registraron pequeños brotes en Belize y poblaciones representativas del insecto en Guatemala; evidenciando que existen factores que favorecen el desarrollo de la plaga.
El 2 de julio de 2020, el OIRSA emitió una alerta fitosanitaria para la región con respecto a la presencia de la langosta voladora en México, Guatemala y El Salvador. Adicionalmente, el 17 de septiembre de 2020 se mantuvo la Alerta Regional Fitosanitaria por la plaga. En lo que va del 2021, se han reportado focos de langosta en México, Guatemala y El Salvador, considerándose que estos focos detectados han sido intervenidos oportunamente por cada Ministerio de Agricultura.
De este modo, la plaga de langosta amenaza la producción regional, con la probabilidad de que la plaga emerja y se mantenga entre 2021 y 2023. Ante esta situación, el OIRSA ha articulado esfuerzos para brindar análisis técnico y asesoramiento sobre indicadores de pronóstico de langosta centroamericana a los países de la región. A su vez, se conformó un grupo técnico regional para atender la ocurrencia de posibles brotes, haciendo énfasis en las zonas donde ha habido reportes de la langosta voladora.
Asimismo, el OIRSA también trabaja en el fortalecimiento de las labores de vigilancia de la plaga y se contempla el uso de nuevas tecnologías para la vigilancia, como el uso de aplicaciones móviles y un sistema de alerta temprana, entre otros. Algunos de estos esfuerzos se ven reflejados en el presente documento.