GBG

De acuerdo con la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OMSA), la enfermedad de la miasis por gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) es producida por un parásito, estricto de los mamíferos, incluido el ser humano, durante sus estados larvarios. Las larvas -que se alimentan de la piel y de los tejidos subyacentes- provocan heridas que pueden ser mortales.

La infestación se suele contraer en sitios con heridas, pero también pueden tener lugar en las mucosas de los orificios corporales. Las moscas hembras son atraídas por las heridas, en cuyos bordes cada una deposita entre 300 y 400 huevos. Prácticamente cualquier herida resulta atractiva, bien sea natural (por peleas, depredadores, espigas, enfermedad, y picaduras de garrapatas e insectos) o producida por el hombre (en el esquileo, marcaje, castración, descornado, corte de rabo y colocación de dispositivos de identificación en las orejas).

Las larvas emergen de 12–24 horas y comienzan a alimentarse, adentrándose cabeza abajo en la herida. Después de un desarrollo que incluye tres fases larvarias y dos mudas, las larvas abandonan la herida y se dejan caer al suelo, en el que se adentran hasta llegar a la fase de pupa. La duración del ciclo de vida fuera del hospedador depende de la temperatura, siendo más corta cuanto mayor es la temperatura, y, en los trópicos, el ciclo completo puede terminar en menos de 3 semanas.

 

Las larvas de GBG tienen características muy propias en las heridas que infestan, se alojan en la parte más profunda, alrededor de 5-10 cm de hondo o incluso más (a diferencia de las especies secundarias, que subsisten cerca de la superficie). Las lesiones suelen ser de forma circular y las larvas producen mucha destrucción en los tejidos que afectan y tienen un olor similar al de la putrefacción, que es muy particular de la miasis.

Las heridas naturales más frecuentemente infestadas son las de los ombligos de los animales recién nacidos y las regiones vulvares o perianales de sus madres, especialmente si presentan algún traumatismo.

¡Prevengamos el Gusano Barrenador!

La lista de huéspedes de la enfermedad es muy larga, ya que todos los animales de sangre caliente pueden ser infestados por este parásito y, dependiendo de la zona ecológica, podrían ser decenas o centenas por kilómetro cuadrado. Entre las especies más afectadas destacan los bovinos, equinos, ovinos, caprinos, porcinos, aves (gallinas, pavos, gansos), gatos, perros y otros.

El comportamiento de algunos huéspedes y la respuesta fisiológica de sus heridas puede hacerlos más o menos resistentes al ataque del GBG. Una amplia variedad de especies de animales silvestres también está en riesgo de ser infestados, tanto los animales de exhibición en los zoológicos y en los circos, como los animales de vida silvestre.