El OIRSA participó en la XXXIV Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En el encuentro se discutió sobre los dos primeros objetivos de desarrollo sostenible: acabar con la pobreza y con el hambre en la región para el año 2030.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, inauguró la 34ª conferencia de la FAO en las instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Un acto que contó con la presencia de los ministros y viceministros de Agricultura y Ganadería delegados de la región OIRSA, cuerpo consultar, autoridades del gobierno federal, observadores designados, entre otros.
En la conferencia –del 29 de febrero al 3 de marzo– se analizan los desafíos relevantes para la región latinoamericana y el Caribe en cuanto a los objetivos para el desarrollo sostenible. Particularmente, lo concerniente a la seguridad alimentaria y nutricional; la necesaria transformación del sector rural; y el uso sostenible de los recursos naturales, la gestión de riesgos y la adaptación al cambio climático.
El OIRSA ha emitido importantes aportes en relación a la necesaria articulación de los organismos internacionales, regionales y de integración, para responder a los retos de la región en los próximos dos años. La gestión integral del riesgo, el cambio climático y sanidad agropecuaria forman parte de los objetivos estratégicos transversales del OIRSA. Dentro de su plan estratégico 2015-2025, el OIRSA contempla generar un programa que permita facilitar información estratégica para el desarrollo de acciones concretas de prevención, mitigación y adaptación al cambio y variabilidad climática en materia de sanidad agropecuaria.
Como parte de las acciones del programa, el Organismo desarrolló el foro “Cambio Climático y Sanidad Agropecuaria”, en octubre del 2015 en El Salvador. El propósito del encuentro fue brindar un marco de referencia a los actores claves sobre las causas e implicaciones de este fenómeno en el desempeño del sector y el desarrollo de plagas y enfermedades de importancia económica.
Según datos de la FAO, en América Latina, el sector agrícola perdió $11 mil millones por desastres naturales entre 2003 y 2013, mientras que un tercio de la población vive en zonas de alto riesgo de desastres naturales.