Guatemala: realizan simulacro en caso de brote de influenza aviar de alta patogenicidad H5N1

12
Jun

Los Servicios Veterinarios Oficiales se mantienen actualizados y se articula una respuesta inmediata y eficaz ante el posible ingreso de una enfermedad avícola a su territorio.

Con el apoyo técnico y financiero del OIRSA, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) efectuó un simulacro sobre la capacidad de respuesta ante un brote de influenza aviar de alta patogenicidad H5N1. La actividad se desarrolló en Taxisco, Santa Rosa, a orillas del Pacífico guatemalteco, lugar seleccionado por converger áreas de paso de aves migratorias, humedales, granjas tecnificadas y avicultura de traspatio.     

El simulacro se realizó del 7 al 10 de junio del 2023 con el objetivo de evaluar a los servicios veterinarios de Guatemala ante la amenaza de la influenza aviar, y capacitar a médicos veterinarios (oficiales y privados), el Servicio de Protección Agropecuaria (SEPA), la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, policía, academia y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP). 

En el evento participaron alrededor de 90 personas, quienes recibieron conferencias sobre epidemiología de la enfermedad, toma y envío de muestras, diagnóstico en campo y laboratorio, bioseguridad y legislación, entre otros. Posteriormente, se desarrollaron actividades de campo, bajo varios escenarios, simulando un evento que requiriera ser abordado como una emergencia sanitaria nacional. 

El simulacro fue notificado a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), para que sus países integrantes puedan estar informados sobre la preparación y actualización de Guatemala en la aplicación de las medidas sanitarias, ante diferentes casos de enfermedades transfronterizas que están afectando al mundo, y que atentan contra la seguridad alimentaria, y, en algunos casos, con la salud pública. La actividad se desarrolló a través de la Dirección de Sanidad Animal y el Programa de Sanidad Avícola (PROSA), y contó con la colaboración de la Asociación Nacional de Avicultores (ANAVI) y FAO.