Acerca de la DRIA

Se estima que cada año enferman en el mundo unas 600 millones de personas —casi 1 de cada 10 habitantes, lo cual representa un estimado de 19 millones en la región de los países miembros del OIRSA— por ingerir alimentos contaminados y que 420 000 mueren a nivel mundial por esta misma causa, con la consiguiente pérdida de 33 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad. Todos los años se pierden US$ 110 000 millones en productividad y gastos médicos a causa de los alimentos insalubres en los países de ingresos bajos y medianos.

Al ejercer una presión excesiva en los sistemas de atención de la salud, las enfermedades transmitidas por los alimentos (ETA) obstaculizan el desarrollo económico y social, y perjudican a las economías nacionales, al turismo y al comercio.

En inocuidad de los alimentos, el OIRSA apoya a sus países miembros en el fortalecimiento de las medidas sanitarias para asegurar la inocuidad, basada en el riesgo, a través de la implementación de los principios del Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (por sus siglas en ingles HACCP) y sus programas de prerrequisitos incluyendo las Buenas Prácticas Agrícolas, Ganaderas y de Manufactura (BPA, BPG, BPM), Procedimientos Operativos Estandarizados y de Sanitización (POE, POES), bioseguridad, entre otros, para prevenir, reducir o eliminar la presencia de residuos de plaguicidas, fármacos y medicamentos veterinarios, contaminantes ambientales, toxinas u organismos patógenos en los productos agroalimentarios, con la finalidad de proteger la vida y la salud de las personas y facilitar el comercio de alimentos.

Además:

  •  La armonización de normas en inocuidad de los alimentos.
  •  El establecimiento de equivalencias entre los socios comerciales.
  •  Fortalecimiento de la capacidad analítica de los laboratorios basado en la norma ISO/IEC 17015:2017.
  • Aplicación de procedimientos de control, inspección y aprobación de tolerancias de contaminantes en los productos alimenticios, basado en el análisis de riesgos, debido a la presencia de bacterias (Salmonella, Campylobacter, E. coli enterohemorrágica, etc.), virus, parásitos, priones, sustancias químicas, incluyendo toxinas naturales tales como micotoxinas, residuos de plaguicidas, medicamentos veterinarios y metales pesados.
  • Asistencia técnica y formación de capacidades a los países miembros.
  •  Apoyo a los programas de vigilancia y monitoreo.
  • Comunicación de riesgo para fortalecer los sistemas nacionales de inocuidad agroalimentaria a lo largo de toda la cadena.